Llevo un par de meses buscando las palabras adecuadas para describir lo que siento o lo que está pasando en mi vida últimamente, creo que a ciencia cierta no tengo las palabras ideales para esto, pero mi vida ha cambiado en muchos aspectos desde el año pasado, pasa que las cosas que creí que quería ya no las quiero, muchas veces es necesario cambiar el camino, trazar nuevas rutas y este año es lo que planeo, no quiero contarles mucho, hasta tener más seguro lo que haré, pero es algo que deseaba desde hace un par de años.
Después de todo lo que viví me di cuenta que hay cosas que claro que importan, pero aunque suene estúpido lo más importante es vivir, gozar el momento, lo que tenemos, lo que hay en nuestras manos, no preocuparnos tanto por el futuro, ni por el pasado, deseo vivir lo más feliz que pueda, con mi familia y sola, con alguien más, no sé en realidad que pase, pero lo que si estoy segura es que el tiempo avanza rápido, entonces deseo hacer cuantas cosas se me vengan en gana, lo que tenga que vivir, ser feliz o estar triste (aunque lo menos posible que se pueda), han sido meses de mucho aprendizaje y mucho dolor, yo creo que lo peor que me ha pasado en la vida es ver a mi mamá sufrir y no poder hacer nada, fueron muchas lágrimas de tristeza, de miedo, de impotencia, cambio mi manera de ver la vida, aunque me di cuenta que nada es para siempre, aunque parezca que sí, que los días que parecen interminables si tienen fin, me di cuenta que deseo volver a amar, como yo sé, sin pinches miedos, sin guardar silencio, aunque, no es mi prioridad, sé que volveré a amar, mientras tanto me estoy enfocando en mí, en lo que quiero, en entender, en aprender lo que debo, en perdonarme, hay muchas cosas que estoy tratando de resolver, quiero explorar nuevos caminos, nuevos lugares, conocer nuevas personas...
No sé si seguiré escribiendo por aquí o desaparezca, de repente siento que la Andrea que necesitaba escribir aquí se extinguió, que no necesita más desahogarse por aquí, fueron grandes momentos juntos, muchas etapas, mucho amor, mucho odio, mucho rencor, lágrimas de amor, lágrimas de felicidad, muchos años de mi vida aquí, mi primer amor adolescente, mi amor de la universidad, mi ruptura más fea, aprendí sobre la lealtad y la deslealtad, la pérdida de mis abuelos, el cáncer de mi mamá y el tratamiento, la enfermedad de mi papá, los fracasos de proyectos que no pude terminar, las cosas que si pude lograr, que gran recuento de mi vida he tenido aquí, quiero contarles que aunque me vida no es perfecta soy absolutamente feliz con esto que tengo, con este momento, que soy muy feliz, que estoy bien, que aprendí a no estar tan bien, que sé que debo darme tiempo para entender lo que no sé, que los días malos tienen fin, que nada es perfecto pero está bien, que a veces la vida duele y otras veces nos deja sin aliento, que hay muchas personas buenas en mi vida, que la gente viene y va, nadie es permanente, nada nos asegura nada, que el dolor a veces destruye y luego construye, que no es necesario vengarse de nadie porque la gente que solo sabe lastimar termina lastimándose así misma, no me arrepiento de absolutamente nada, de lo dado, de lo dicho, de lo que no di, de las veces que ayude, de las veces que decidí no vengarme a pesar de poder hacerlo, no me arrepiento de nada, he llevado y estoy llevando mi vida por un buen camino, en el transcurso de mi vida he perdido a algunas personas y creo que era necesario para llegar a este punto, el año pasado estuvo lleno de dolor, pero también de mucha transformación, deseo y quiero que sepan, que estoy bien, que estaré bien...
Gracias por leerme en esas madrugadas de llanto, en los días felices, en el luto de mis pérdidas, en mi madurez e inmadurez, gracias por leer cuando escribí de mis primeras veces, todo lo escribí desde de mi corazón acelerado, han sido años cabrones, pero por ahora o al menos por el momento me quiero despedir de ustedes en el momento más incierto de mi vida, pero el más genuinamente feliz, estoy aprendiendo a hacer lo que quiero...